Forma
El mobiliario de cocina se distribuye con diferentes formas según el espacio disponible (amplitud del espacio, accesos e iluminación).
Tan importante como las características del espacio, es tener en cuenta las necesidades a cubrir.
El mobiliario de cocina se distribuye con diferentes formas según el espacio disponible (amplitud del espacio, accesos e iluminación).
Tan importante como las características del espacio, es tener en cuenta las necesidades a cubrir.
Cocina lineal. Solución perfecta para las cocinas estrechas. Todas las instalaciones están concentradas en una pared.
Cocina en paralelo. Distribución habitual de las cocinas con uno o dos accesos centrados en la pared. Aconsejamos situar la zona de cocción y fregadero en el mismo lado.
Cocina en L. En cocinas cuadradas o rectangulares. Permite movimientos eficientes dejando una pared libre para la zona de mesa.
Cocina con península. Ideal para cocinas alargadas y espaciosas. Permite crear separación entre office y cocina.
Cocina con isla. Muy espaciosa y práctica al crear una zona central de trabajo. Dejar alrededor de la isla un paso aproximado de entre 90cm. y 120cm.
Cocina en U. La distribución más perfecta, ya que las distancias entre zonas son cortas. El espacio central se aconseja de 130 cm.
Una vez configuradas las variantes que componen el espacio disponible y valoradas las necesidades del cliente, se comienza a planificar la disposición más apropiada del mobiliario.
despensa – lavado – cocción
Las tres zonas componen el triángulo de trabajo. Un triángulo imaginario dibujado por el recorrido que hacemos al trabajar en la cocina.
Para que el trabajo en la cocina sea cómodo, las tres zonas han de estar dispuestas de forma ordenada.
Si el proyecto de cocina está estudiado teniendo en cuenta la relación, obtenemos:
Si el proyecto de cocina está estudiado teniendo en cuenta la relación, obtenemos:
Calidad de movimientos.
Calidad de vida.
En esta zona almacenamos artículos refrigerados y no refrigerados. Así situamos el frigorífico, el congelador y la zona de despensa.
En el proceso de preparación de alimentos, esta zona ocupa el primer paso, por ello debe colocarse en un extremo del triángulo. La distribución ideal debería contar con una zona auxiliar próxima. Una zona donde preparar los artículos antes de guardarlos o antes de ser lavados o cocinados. También puede dar apoyo para guardar alimentos no perecederos.
Es habitual compartir el mobiliario entre las zonas, debido a la combinación entre el espacio disponible, frecuencia de uso y diseño de la cocina.
En este caso la despensa es compartida con la columna de hornos. Los hornos y la parte superior de la columna pertenecen a la zona de cocción y la parte inferior a la zona de despensa.
Es donde se lavan los alimentos, la vajilla, utensilios… y donde nos abastecemos de agua o se vacían las ollas.
Además del fregadero y el lavavajillas, en esta zona hay espacio para contenedores de basura, así como para productos y utensilios de limpieza.
Si la vivienda no tiene un espacio para la lavandería, en esta zona debe colocarse también la lavadora y la secadora.
La zona de lavado necesita, a derecha y a izquierda, zonas de preparación con funciones diferentes:
Debido a esta doble función de prelavado y postlavado, en un diseño correcto, la zona de lavado se encuentra entre la de despensa y cocción.
La medida aconsejada entre zonas es de unos 120 cm, entre los vértices del triángulo. Sin embargo, no conviene obsesionarse con estas medidas o recomendaciones. Disponemos de un amplio modulaje para adaptarse al espacio disponible y a sus necesidades.
El espacio bajo el fregadero se aprovecha al máximo con el módulo extraíble con kit de residuos.
El cajón interior de éste módulo está pensado para evitar las instalaciones de fontanería y a su vez proporcionar un espacio útil para bayetas, estropajos, etc.
En esta zona se encuentra la placa, el horno, los aparatos de cocción al vapor, el microondas, la campana extractora, las cacerolas, las sartenes y los útiles de cocina.
Es muy común que los hornos estén dispuestos en columna en un espacio lejano de la zona de cocinar.
A veces, como es este caso, las zonas de trabajo están distribuidas en lugares diferentes debido al espacio disponible, las instalaciones y la frecuencia de uso de los elementos a guardar.
La zona de cocción, igual que la de lavado, necesita a derecha e izquierda de zonas auxiliares. Una de ellas funcionará como zona de preparación antes de cocinar. Esta zona estará situada entre la zona de lavado y cocción, es la zona de encimera más amplia. En la segunda zona auxiliar apoyaremos lo cocinado.
En las zonas próximas al centro de cocción, guardaremos los utensilios y condimentos necesarios para la preparación de los alimentos, ocultos en los muebles con cajones o accesibles en las barras decorativas colocadas en el entrepaño.
Guardar, lavar, preparar y cocinar son trabajos típicos de la cocina. Pero cuando se trata de lavar, secar o planchar en la mayoría de hogares hay que improvisar. Falta el lugar apropiado, el cuarto de lavandería. La distribución de estas labores por toda la casa no son nada cómodas.
La situación de la lavandería junto a la cocina es lo más adecuado, así se pueden compartir las tareas de ambos espacios.
En Acana Interiorismo disponemos de una amplia serie de muebles pensados para esta zona de lavandería. En los cuales tienen cabida los electrodomésticos, utensilios y productos de limpieza de la casa: lavadora, aspirador, mopa, fregona…